Abandonados

 


Caminaba con la mente fría mirando las montañas de los andes ancashinos y no veía nada mas que el cielo azul en un día perfecto, cielo azul sin una nube, y las montañas tan majestuosas en el horizonte. Parecía estar en un sueño i-real, tanta belleza no puede ser! Tanto silencio... Tanta soledad...y Ella seguía caminando escuchando sus pasos y su respirar. Su caminar era lento pero determinante.

Jalaba con la mano derecha a Roberto y con la izquierda a Mario. Roberto tendría 8 añitos y Mario seguro unos 6.

Los pasos de la mama eran grandes en comparación con las de Roberto y Mario, sus hijos. Los pequeños a veces se tropezaban, pero ella caminaba a paso lento, callada.

Ella pensaba: "Aquí los dejare en medio de las montañas para desaparecerlos de mi vida, ya no puedo mas..."

"Roberto cuida a Mario voy a ir al baño, voy a estar detrás de la pirca, no mires"

le dice...

Roberto obedece y le coge la mano a Mario y se sientan en la grama mirando a su mama desaparecer detrás de la pirca.

Un cóndor en el cielo azul de las montañas de Chavín de Huantar vuela en círculos divisando la tierra. Roberto mira al cielo y ve al cóndor y dice:

"Mira Mario ese cóndor nos esta mirando, esta circulandonos."

Mario mira a lo alto y se queda mirando al cóndor sin decir nada.

Ha pasado largo rato y la mama no aparece. Roberto se impacienta un poco y dice. "Voy a ver a mama, se esta demorando mucho" y se sube a la pirca, mira cerca no ve a su mama. Mira por todos lados y no ve a nadie...

El ruido de un carro lo hace mirar lejos y ve a su mama subiéndose a un micro colectivo.

"Mama!" grita...

El carro estaba lejos y sigue su camino alejándose de Roberto, llevándose a la mama.

"Mario Mario... Mama nos a dejado", grita Roberto.

Mario mira a Roberto como tratando de comprender y no dice nada. Roberto llora y grita abrazando a su hermano. Mario empieza a llorar, los dos lloran abrazándose.

La energía del abrazo es como un corazón en los altos de los andes. El cielo parece mas azul negro ahora. El sol como la mama se aleja también. Los dos niños abrazados en medio del llano de las punas andinas también desaparecen en la oscuridad.

"Que vamos hacer ya es de noche mejor quedemosnos aquí cerca a la pirca, seguro que mama va a regresar por nosotros"

Roberto se escuchar decir tranquilizándose y tranquilizando a su hermano también. Los dos niños al anochecer se acurrucan juntos y entre sollozos llamando a la mama se quedan dormidos.

El sol candente los despierta al día siguiente. Roberto corre y se sube a la pirca. Divisa por todos lados y solo ve a lo lejos la carretera vacía, sin nada ni nadie... Todo esta en silencio...

"Vamos a buscar a mama" dice y agarra a Mario del brazo y empiezan a caminar...

AbandonadosCaminan todo el día en los llanos de los cerros. Dos pequeños en medio de las montañas inospitas.

Dejan el área de Chavín de Huantar para llegar cerca a Bolognesi. Por el camino comen algunas frutas que encuentran y beben un poco de agua de los riachuelos. Les da la noche y cerca a una pirca se quedan dormidos ya muy cansados.

Al día siguiente continúan caminando y entran a las punas bolognesinas. Al terminar del día ven a lo lejos una chosa pero ya la noche les gana y se quedan a dormir cerca a otra pirca.

Se despiertan cuando escuchan gritos de una mujer:

"Casi les piso muchachos de miércoles, que hacen aquí" una jovencita les pregunta.

Roberto le contesta que están perdidos y que su mama los ha abandonado. Le cuenta que vio a su mama irse en un carro y que no la ha vuelto a ver mas.

La jovencita les dice: "Estarán con hambre, vamos a la casa que les daré algo que comer", se los lleva con ella mientras piensa: "Que mama puede abandonar a sus hijos de esta manera..."

Piensa que ella no tiene mucho también y que los ofrecerá a alguien que quiera niños.

La jovencita sabe que una viejita es dueña de la puna de al lado y que tal vez ella querrá a los niños. El primer encuentro que tiene con ella, le ofrece a los niños, a la cual la viejita responde: "Voy hablar con mi esposo para llevárnoslo a Chiquian" ofrece.

Pasan como dos semanas y la viejita vuelve y le dice que se llevara a los niños y que los quiere adoptar como a sus hijos. Mario no quiere ir y la viejita solo se lleva a Roberto.

Roberto en Chiquian es adoptado y matriculado en la escuela. Estrena ropa, útiles, y familia nueva.

Al cabo de dos meses, Roberto quiere ver a su hermano y le pide a su nueva mama que lo lleve a verlo. La nueva mama le dice: "Mañana vamos a ir a ver a Mario".

Esa noche Roberto no puede dormir porque ya quiere ver a su hermano. Al día siguiente, temprano se pone su ropa nueva y se va con su nueva mama a buscar a su hermano. Al llegar a la puna se encuentra con Mario, lo abraza y le dice que se vuelva con ellos. Mario acepta y se regresan juntos.

Caminando por la puna Mario va adelante tratando de ser el primero en llegar, no sabe adonde, pero quiere ser el primero.

Al anochecer llegan a Chiquian y desde ese día Mario y Roberto empiezan una nueva vida en familia.

Los recuerdos del miedo que sintieron en la oscuridad en medio de las montañas se aleja. Después de todo, la vida tiene que continuar.

Historia basada en un hecho real.

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