A M I G A

 


Entre el burbujeante correr de los ríos y los fulgurantes eléctricos rayos de sol, voy rumiando despacio estos pensamientos que me torturan cada día, cada noche y no sé qué pensar o decir pero tú te yergues en el lomo de la corriente del rio y sales cabalgando sobre potro de luces sin hacer caso a mi delirante llamado.


Gorra del Coronel Bolognesi

Como poder gritarte que me esperes, si los sordos remolinos me lo impiden, como poder alcanzarte si tu cabalgas sobre el sol y yo mendigo de la aurora sigo convirtiendo los libros en chivillos, el silbido de las avellanas en canciones, mi corazón desesperado en incendios de arena, que solo tu sonrisa podrá apagar.

Amiga tristeza, entre la catarata de ushgor y tu hermosa figura hay un abismo de ternura, sobre todo cuando el negro de tus ojos me hace recordar mi destino y es precisamente allí que yo presiento, que la misma muerte aprendió a morir de letanía y atascarse la rueda de la aurora en los surcos de mi frente.

Dime, en que silenciosa hamaca posa tu esbelto cuerpo, en que frazada chiquiana reposa tu pétrea cabellera, dime en cual de tus bolsillos escondes mis recuerdos, porque yo todavía sueños con tus ojos negros, siento el calor de tu piel  en mi pecho y tu olor, si claro tu olor sigue turbando mi olfato y mi dicha.

Cuantas noches caminando a orillas del rio aynin, seguro de encontrarte, de verte, aunque sea por última vez, acompañada por mi estela luminosa, en el mismo hondón de la noche, entre cantos de búhos y lechuzas he aumentado el caudal de los ríos con mis ojos rojos y afiebrados y tu, no respondes mis llamados, no escuchas mi canto, no turbas mi sueño aunque lo hago contigo.

Sera tal vez, que has olvidado en un recodo del camino, tus ansias, tus amores y yo como un loco peregrino trato de recordártelos, pero no se trata solamente de eso, sino de que te acuerdes, donde escondiste la amistad, donde ocultaste tu escandalosa riza, donde pusiste tu noble corazón, porque cubriste tu hermosa fas con ese rictus amargo  de tus labios.

Oh amiga tristeza, incontrolable sentimiento humano, dime por favor que hago con mi vida, que hago con esta tortura que avasalla mi nobleza que hago con este pobre corazón que no entiende razones, oh amiga tristeza, noble compañera mía, porque convertiste mi riza en oraciones, mi atolondrado canto en plegarias, mis hermosos versos de nieve en agua, dime tu qué quieres que yo haga si siempre vienes acompañada de tu hermana soledad.

Hoy día,  en que escribo estas líneas y mi pobre corazón se siente amenazado por las nubes oscuras de la lluvia, quisiera verte sonreír amiga tristeza para cambiar la mueca doliente de mi fas, por una alegre sonrisa, para mirar de frente al sol y no me hieran sus fulgurantes  rayos.

Lutapurikog8


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