POBRE MI CHIQUIAN

 


Para escribir esto, lo hago con mucha tristeza pues nunca pensé que mi pueblo querido, este atravesando por todo lo que a continuación detallo.

-Hola flaco… ¿como estas? Al fin encuentro alguien con quien conversar.

-Que tal, desde cuándo.

-Llegue hace tres días, estoy buscando jornaleros y no encuentro.

-Tienes que traer de Huaraz, aquí no encontraras a nadie.

-¿Y a que se debe?

-Hay muchos factores…

-Me imagino, esto sucede en otros pueblos también y no se a quien echarle la culpa.

-Si pues.

-Mira… los comedores populares en vez de ayudar han hecho daño, con cincuenta céntimos compras para el almuerzo y la cena y si tienes algún conocido te dan hasta para el calentado del día siguiente, entonces que pasa, que se te acercan te piden un nuevo sol y ya tienen para su día y su media mula de ron, por eso vemos muchos alcohólicos en las calles y esto que murieron muchos.

-Tienes toda la razón.

-otro de los factores es la migración, así como nosotros nos fuimos a Lima aquí han llegado de diferentes distritos y cada uno con su forma de vivir

Y costumbres, hay no los ves (me señala) en medio de la plaza a unos no se con que peinado y con una cajita de música escuchando todo tipo de música no sé como los llamaran aquí, pero para mí son unos vagos, si vas y les ofreces trabajo se ríen en tu cara, pero si los paras de cabeza no les cae ni un nuevo sol, son los bacanes según dicen.

-Bueno yo siempre los veo por allí pero no me percate de lo que dices…

-Y lo último ya es que hay muchos ancianos y por supuesto que ellos ya cumplieron y ahora descansan con justa razón, la mayoría creo que son jubilados.

-Shay ya déjalos en paz.

-Si hermano pero da cólera, ahora que hago, a quien le digo que me ayude, me acerque donde uno de ellos y le propuse el trabajo sabes lo que me dijo primero.

-No me imagino… ¿Qué?

-¿Cuanto pagas?

-Le respondí 15 nuevos soles, es un trabajito solo de dos horas.

-¡Dos horas!, aquí se paga el día completo y son 35 nuevo soles, más el almuerzo y una gaseosa de litro y medio, ¿si quieres?

-Carajo, que tal cuajo, del tipo este.

-Y por qué no lo mandaste bien lejos.

- Son capases de levantarle la mano a uno, mejor te quedas callado.

-Ya no se puede amigo.

-Creo que nosotros mismos tenemos la culpa.

-Pero… Porque.

-Mira ve… Venimos de Lima y apenas te ven ya se te acerca un profesor, un padre de familia, oh alguien para pedirte que dones algo ya sea para el colegio, para la excursión de la promoción, que padrino de esto y lo otro, chompas, pelotas etc, ya da miedo llegar aquí, y si le aceptas una vez te ven como un palto, no sé cómo se averiguan tu dirección en Lima y te llegan los oficios.

-Contesta que no puedes pues.

-Comienzan a rajar de ti, que tacaño, angurriento, teniendo que le costara darnos ese poquito ni que le fuera a volver pobre, en fin mil cosas más.

-Es que…

-Nosotros mismos tenemos la culpa, ya los padres no se preocupan ya por casi nada, en navidad les regalamos juguetes, panteones, ropitas y la plata con que debían comprar todo eso se lo toman en las cantinas, está bien regalar a los que no tienen pero se ve que los que hacen primerito la cola son de los que más tienen.

-Son niños…

-Bueno fuera que vayan solos, sus padres los mandan y quieren encima los mejores juguetes (Silencio)… Pobre mi Chiquián como ha cambiado,


Gorra del Coronel Bolognesi

recuerdo mis navidades, con qué alegría poníamos nuestros zapatos viejitos en la ventana para que nos pongan nuestros regalos papa y mama que ya habían comprado con anterioridad y no sé donde los escondían que no los encontrábamos, nos hacían creer que papa Noel los traía, ya en la mañanita cada uno madrugaba para ver qué es lo que te regalaban, las risas, los abrazos y los besos afloraban a montones, la familia estaba bien unida.

-Tienes razón.

-En cambio ahora se pelean en las colas y creo que nadie da un beso a su madre o su padre en navidad, ¡¡¡ QUE TRISTE REALIDAD!!!


ALFREDO.

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