Con el sudor de tu frente para un futuro mejor

“Comerás el pan con el sudor de tu frente”

Castigo a Adán Eva y a toda su descendencia, en el destierro del paraíso por desobediencia.

Trabajo dignificaEn un escrito anterior relacionado a este tema, dijimos que el trabajo dignifica, y que es la fuente de todo progreso y bienestar. Se suele decir “no hay mal que por bien no venga”; frase que relativamente se cumple; si Adán, Eva y todos no hubiéramos sido castigados ¿como sería la humanidad?; me imagino a millones de personas paseando por las campiñas de abundante árboles frutales de todas las variedades, cogiendo lo que se nos apetezca, o pescando para prepararnos manjares con los frutos del mar, o cazando para prepararnos un éxito arroz con pato, o un carnerito al palo; sin necesidades que cubrir, sin aspiraciones, metas, objetivos, ¿tendría razón nuestra existencia?; la lucha diaria con la vida, por la vida; la noble y sana competencia entre personas de bien, que vivimos cumpliendo las leyes, con la finalidad de ser mejores cada día, en busca de la ansiada excelencia, tal vez un imposible de alcanzar, pero al fin intentamos y eso es lo importante, no nos conformamos con el pretexto de, “así será mi destino”; luchamos a brazo partido en la actividad que desarrollamos; los que venimos de abajo, los que hemos experimentado todo tipo de vicisitudes, los que en algún momento hemos vivido al filo de la desesperación, por la impotencia de no ser, o de no tener, sabemos y lo tenemos bien claro, que la única forma de conseguir nuestros objetivos, nuestras metas; es el trabajo;

¿pero cual es el objetivo, cual la meta que uno busca?;

En mi modesto entender, es la felicidad; me dirán que eso no existe, que eso es un imposible, es un sueño; bueno pues, es bonito tener sueños, y mejor aún realizarlos; soñó Cristo con una humanidad buena; felizmente la mayoría somos buenos, no podemos negar la existencia de la maldad, de la delincuencia en todas partes del mundo, pero son la minoría; delincuencia que existe por la pasividad, y desinterés de los gobernantes;

Soñó Cristóbal Colón que la tierra era redonda, y descubrió América; y así por el estilo en la historia de la humanidad existe grandes soñadores que convirtieron en realidad sus sueños; entonces nosotros con el derecho que nos asiste desde el momento de nuestra existencia, tenemos sueños, que gracias a Dios y a nuestra tenacidad de pensar, de creer y ejecutar, que en casa somos una mano de seis dedos, que nos mantenemos unidos ante todo, vamos haciendo realidad lo soñado; todo ello por el amor al trabajo, aquel que es una bendición de Dios.

Hoy 1 de Mayo, en el que recordamos a los mártires de todos los tiempos y de todas partes del mundo; desde la masacre en Chicago en Mayo de 1886, pasando por las luchas por conquistar beneficios laborales, en busca de horas justa de trabajo, como aquel eslogan de “8 horas para trabajar, 8 horas para estudiar y 8 horas para descansar”; hasta hoy en que buscamos mejor calidad de vida; quiero hacer llegar mis saludos y reconocimientos a todos los trabajadores que me regalan su preciado tiempo leyéndome; un abrazo de reconocimiento a mis ejemplos de laboriosidad, mi querido tío Faustino Villafuerte Valverde, Hombre que desde muy joven y a brazo partido a conseguido lo que hoy disfruta, mis mas sinceros deseos de felicidad; a mis estimados primos Félix Miranda y Juan Miranda Vásquez; un abrazo y reconocimiento a los amigos, Rolando Suárez, Víctor Tadeo, Eduardo Martin Cerrate, Carlos Castro, Pablo Díaz (Pacho); a mis amigos obreros de la pluma y de la investigación, Nalo Alvarado, Filomeno Zubieta y Rosa Trinidad Carrillo; a mi hermano espiritual Vladimiro Reyes; a mis amigos que respiran otros aires, Oswaldo Pardo en Venezuela; Hugo Duran Silva y Armando Zarazú en los yunaites; a todos el deseo de todo corazón que consigan realizar sus sueños, y que sean muy felices. Gratamente:

Juan José Alva Valverde.

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