C A M P O    D E    F U T B O L      D E      J I R C A N

 


Callado miraba absorto, tu alfombra de tierra llena de cascajos y con ojos asombrados quería ver hilachas de mi `piel que quedaron  esparcidas por tus piedras, y al no verlas, al no encontrarlas, mis pensamientos volaron cual rayos luminosos, por todo tu perímetro y con infinita sorpresa vi correr, uno a uno, a mis compañeros que en ese momento formábamos la selección del Coronel.
Jircan

Con la pelota pegada a sus pies apareció Teobaldo Luna como un maratonista incansable y gambeteando a cualquier rival que se le ponía adelante, con una sonrisa a flor de labios, enviaba el esférico a la punta izquierda donde José Campoblanco, quien convertido en el mago de oz, desaparecía y escondía la pelota en plena carrera dejando a los rivales  como postes y con asombroso quiebre de cintura tocaba con dulzura el esférico justo a los pies de kihuay Minaya. (Alberto Minaya)

El chato Jaimes (Saturnino Jaimes) dando un salto con esos resortes que tenía en los pies saco de cabeza un tiro libre que peligrosamente comprometía su arco y el esférico fue a parar justamente en la punta del zapato izquierdo de nuestro recordado choclo Ortiz,  (Cesar Ortiz Aranda) quien a su vez entablando un idilio con el esférico evadía toda competencia y rival que se le acercaba y después de dar clases  de la manera como se trata un balón, limpiamente pasaba la redonda mirando cauteloso a pogoncho Padilla (Alfonso Padilla Silva)  que como una saeta entraba por el centro, quien  lanzándose en palomita dio alcance a la vedet y de un certero frentazo decreto la primera caída del arco contrario ante la algarabía de los alumnos del Coronel.

Sacaron alto la pelota y corriendo como un veloz potro, llego jadeante pogoncho Padilla y dando un salto vertiginoso la paro de pecho dejando caer blandamente  la redonda, junto a sus pies,  que como si estuviera domesticada paró en seco su caída, miro veloz al compañero mejor ubicado y la soltó suave para encontrarse con kihuay Minaya que cerrando los ojos pateó, saliendo el esférico fuerte y sacando chispas al travesaño.

Miro ensimismado mis raspadas y sangrantes  rodillas y como un alucinado busco entre tus piedras las gotas de sangre que perdí en cada partido, miro enajenado y siento que muchos ya se han ido, y yo vuelo en busca de su risa, de su rabia y de su aliento frio que amamanto la muerte. Donde están, porque no gritan conmigo los domingos y feriados en todas las plazuelas de los pueblos, porque no escriben las cartas con sus dedos truncos, porque no jalan los hilos de la lluvia para danzar juntos como antes, porque no me enseñan cómo se usa el alma, porque no me dicen cómo se  vive entre el humo de la lluvia.

Campo deportivo de Jircan, se lo que estas pensando, crees que todos te hemos olvidado, pero eso es mentira porque aunque no lo quieras, tu eres parte de mi vida, porque tienes hilachas de mi piel, porque tienes el mismo tipo de sangre de mi cuerpo, porque eres mío y de mis recuerdos.

Lutapurikog8


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