Delicioso

 


Recordaba que sentados en una de las mesas del patio de la casa donde nos hospedamos, mi esposa y yo, disfrutábamos de nuestro primer desayuno chiquiano. Saboreábamos el pan chiquiano, café, y el riquisimo queso.


"No tenemos este queso allá en los Estados Unidos, verdad"? Pregunte a mi esposa.


"No, no lo tenemos, esta riquisimo y el pan también", me contesto mi esposa.


Desde ese primer día siempre me entusiasmo levantarme en el nuevo día, en Chiquian, y disfrutar del desayuno chiquiano.

Gorra del Coronel BolognesiLa carretera a Chiquian ahora dicen que ya esta asfaltada pero cuando viajamos nosotros, el tramo de Conococha a Chiquian era todo de tierra y las curvas peligrosas no tenían ningún resguardo o protección para los vehículos.


Esa vez llegamos de noche y Chiquian y sus luces en medio de las montanas era una vista que nunca pensé ver, hermosa. El viaje a través de los Andes antes de llegar a Chiquian fue espectacular y de suspenso de no saber que íbamos a encontrar y después de estar 8 horas viajando en el carro y encontrar ya a Chiquian nos trajo tranquilidad y entusiasmo.

En Chiquian, todos los dias, comiamos queso con pan en el desayuno. Nos gusto tanto el queso que nos compramos un par de quesos antes de dejar Chiquian y lo empacamos tan bien como pudimos.


El viaje de vuelta a Lima directo al aeropuerto para tomar nuestro vuelo a los Estados Unidos fue de mas o menos 8 horas.

En nuestro vuelo de vuelta al llegar a Miami nos encontramos con la noticia que nuestro vuelo de coneccion a casa habia sido cancelado por motivo de que un Huracán venia hacia Miami. Esa noche tuvimos que pasarla en el aeropuerto a espera de otro vuelo, que sucedió al día siguiente.

Después de 3 horas de vuelo por fin llegamos al aeropuerto cerca a nuestra casa y recogimos nuestro carro de el aeropuerto para manejar 2 horas y llegar a casa.

Llegamos a casa y por el cansancio lo único que hicimos fue ducharnos y meternos a la cama a dormir.

No nos dimos cuenta cuan cansados estábamos del viaje hasta despertarnos en la tarde del día siguiente y todavía con ganas de dormir mas.

Desempacando nuestra ropa sucia y los regalos que compramos encontramos nuestro deseado queso chiquiano en estado de descomposición.

Sentados en la sala de nuestra casa y saboreando una copa de vino peruano recordábamos el sabor del queso chiquiano y con un poco de pena mirábamos el tacho de basura donde botamos nuestros quesos que trajimos. Al menos podíamos recordar el sabor único del delicioso queso chiquiano.

Josh

Regresar

Comenta, opina acerca de este tema