Ushgor

El Poema


Fino cabello de agua que embelesas la quebrada,
Tenue lágrima fría de rocío chiquiano al pie de tu encanto,
Pedazo de estampa propia con misticismo y realidad juntos,
Estrecho pertrecho que mi memoria busca en la lejanía de mi serrana alma,
Albacea de mil romances coronadas en flores blancas de iglesias añejas,
Bálsamo de piedad en la distancia que separa mi chiquiandad y tu presencia.

Quien no te mira y admira como natural diosa, naturaleza viva,
mezcla de piedra, agua, verdor y misterio,
madre de duendes y cántaros dorados en la febril mente de mi alocada niñez,
olor de pólvora y eucaliptos los alegres domingos de tiro,
curva de tierra muerta, como la envidia de un suspiro limpio,
motor rugiente por la pendiente que tu eco repite a su paso,
pircas repletas de hierbasanta, pencas, shuplac y helechos milenarios,
edad infinita que inspira al poeta que solo recita tus encantos,
raíz del arco iris que pinta mi azul cielo chiquiano,
crujiente cascada de turbias aguas en el crudo invierno,
rincón de misterio envuelto en neblina, lluvia y granizo.

En tu ripio helado, mis desnudos pies sintieron tu latido,
en cada gota de tu agua sentí el beso de tus labios yertos,
en cada piedra descansé mi orgullo de pertenecerte y amarte
Infiel, ajeno y propio a mis sentimientos,
en tu estanque de lodo almacené mis gritos, mis angustias,
en ese tu estrecho sendero navegó mi pequeño velero.

Te dije adiós tantas veces
y tantas veces regresé con cada madrugada,
ebrio de amor por ti lloré tu lejanía,
canté con sentimiento los versos que Macollado, Barril y Vampiro forjaron.

Que más puedo hacer por ti sino solo cuidarte,
amarte como se ama la soledad y el silencio para escribirte un verso,
sentirte mío y compartirte con el mundo,
porque me pierdo en él  y me encuentro en tus ojos.

Sonreír al contemplarte
mientras mi mano junto a otra mano se acaricia con amor,
suspirar profundo
mientras miras el corazón dibujado con nuestras iniciales en el viejo tronco,
sentarme en tu grass
y hurgar embrujado el tiritar de las estrellas siderales,
escuchar al malagüero tucu
mientras identifico en mi mente tu origen,
compartir contigo mi llanto
para aumentar tu caudal de sentimientos.

Desde tu costado pude ver la copa mas elevada de gigantescos árboles grises
y caí adrede para que mi sangre se una a tu fino sedimento.

Juré cantarte con orgullo en el escenario de la vida cruel,
juré cantar tus encantos hasta mi último aliento perdido.
Y es que eres tan mío y te tengo tan dentro
que me sacaría la piel para abrigar tu desnudez.
Besaría arrepentido cada piedra de tu quebrada si algún día renegara de ti,
origen de mi identidad, carné de presentación de lo bello y hermoso,
hasta tal vez te tenga en mi mente el día de mi partida,
pero te llevaré en mí hasta cruzar la otra orilla.

Pequeño en recibir e inmenso en brindarte,
colosal energía que impulsa el latir de mi enamorado corazón,
inspiración mística para acariciar el sueño de mi musa.

Sin ti negaría el origen mismo de mi existencia,
sin tu cálida presencia perdería mi serenidad y equilibrio,
en tus fecundas entrañas forjé mis ilusiones juveniles,
soñé  embelesado besando otros tibios labios,
debajo de tu manto comprobé que Eros existe
y desperté explosionando mis impulsos.

 Como no amarte
si eres el recuerdo que me da fuerza
para decir que soy chiquiano,
como no amartesi eres el vientre fértil de mil poemas en mil mentes poetas,
como no amarte
si por ti estoy aquí como soy.

Foto: Cortesia, Jorge Vasquez V.


La pluma del cernicalo


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