A pasado el tiempo cual un suspiro, Tu recuerdo me hiere, me estremece, Pienso que tu destino no fue justo O que tal vez naciste con el destino de otra. Fuiste buena que no mereciste aquello Por eso me confundo al pensar en ello Como pudiste partir para siempre tan pronto Dejando inconcluso tareas y sueños truncos.
¿Amaste acaso sin ser amada?
Tu alma blanca y pura auroral cristalina, Se estremeció confundida por tus sentimientos, De tu vientre una joya, tu amado hijo Premió y encandiló toda tu existencia.
Fuiste amiga, hermana y compañera Leal, sincera y siempre comprensiva, Escuchabas atenta nuestros desvaríos Y tus consejos los tenías a flor de labios. Abrías tu corazón, sin reparos Jamás desconfiaste de nadie ni de nada Tu lema, tú hablar de siempre:
“te deseo cien veces lo que tú para mí deseas”.
De ti aprendimos como de muchos libros, Por ti somos y seremos mejores, Por tu nobleza hoy eres un ángel El ángel de la guarda de todos tus amigos. Estas en nuestro corazón, en nuestra mente Te tenemos presente como siempre Un abrazo agradecido y emocionado Hoy 31 que era tú onomástico querida amiga.
De tu amigo:
Juan José Alva Valverde
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