LLipa es un pequeño pueblo en los andes ancashinos donde la tranquilidad reina en su limite. Escuchar los sonidos de la naturaleza en medio de las montanas es cosa cotidiana para los habitantes de este pintoresco pueblo.
Un lugar aislado entrapado en un tiempo inmóvil donde la ciudad a travez de los anos no cambia mucho. El potencial para desarrollarse existe pero no es notado por la mayoría de su habitantes. Las ideas de desarrollo no existen tal vez porque necesitan un empujonsito.
Muchos pueblos andinos están a la vergé de despertar hacia el desarrollo. LLipa es uno de ellos. Hay tantas cosas que implantar en este pueblo y solo el cielo es el limite.
De todas maneras, cuando se habla de cambio y se ve tanta vida cotidiana sin estrés y feliz, uno piensa y dice, para que cambiar lo que se ve ideal.
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