En Colectivo a travez de los Andes

 


Me levante temprano porque tenia que volver a Lima ese día. Tome el colectivo en la plaza de armas de Chiquian y después de esperar como media hora por otros pasajeros partimos rumbo a Conococha. El pequeño microbús estaba un poco vació pero cuando estábamos cerca a Carranca subió una pasajera con un pequeño borrego. Ella se veía joven y miraba de rato en rato al borrego que se encontraba echado en el pasillo del microbús haciéndose como si no le importara lo que pasaba dentro del carro.

Cerca a la laguna de Conococha, la pasajera y el borrego se bajaron del bus. Mire a todos los costados y no veía ni una casa y pensaba:

"Donde ira...".

El carro empezó a moverse y me enfoque en admirar la laguna de Conococha. Cada ves que la veía la veía mas chica.

"La laguna de Conococha desaparecerá algún día", pensaba.


En Colectivo a travez de los AndesCrusamos el puentesito y nos metimos a la carretera donde también los carros de Huaraz la usan. Veía letreros de las tiendecitas con anuncios de venta de quezo chiquiano. Pensé en el quezo chiquiano y me pregunte:

"Cuando volveré a comer quezo chiquiano...?"

No pude responderme porque se subieron nuevos pasajeros al microbús. Era un señor con su hijita de mas o menos 5 años. Los dos se sentaron lado a lado y la pequeña le hablaba al papa de las cosas que quería comprar en Barranca.

El carro cerro sus puertas y dejamos atraz Conococha y su altura. Empezamos a bajar a la costa y el aire se tornaba mas cálido. El frió se alejaba.

De pronto el microbús se para y abre sus puertas y veo a una miñita de mas o menos 10 años, que vestía uniforme. Se le veía impecable. Ella se sube y se sienta sin decir una palabra. Tenia en sus manos unos cuadernos. Yo la miraba y pensaba:

"Se ira a su escuela".

Pero miraba por todos lados y no veía ninguna escuela o casa alguna. Todo era montañas.

El microbús para de nuevo y un muchacho como de 19 anos sube. Se le ve como si recién se hubiese duchado. Tan pronto sube miro a todos lados y no veo ninguna casa. Miro de nuevo pensando: "En alguna casa se debe haber duchado". Pero no veo nada...

En un pequeño poblado, la Niña baja y con el resto de pasajeros llegamos a Barranca. Barranca siempre me pareció como si nunca cambiara. Los mismos edificios de siempre, se ve. LLegamos al Terminal del microbús y calabaza calabaza todo los pasajeros desaparecieron. Yo llegue caminando a otro Terminal y compre un pasaje Barranca - Lima.

Cuando estaba en el bus rumbo a Lima pensaba lo pintoresco que son los Andes. Con su gente única que lleva una vida saludable y llena de experiencias únicas.

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