Ese hombre que cruza ahí, cargado de penas y alegrías truncas, con su faz surcada y marcada por el tiempo, que mirando al cielo sueña despierto con el arco iris y sus nubes de colores, con sus truenos retumbantes, preguntando presuroso donde se encuentran los anillos dorados del sol, ese que imperturbable y tranquilo, transita en las noches buscando todos los caminos que terminen en Chiquián, ese que busca cualquier pedazo de polvo pisado por sus pies, ese que trata de encontrar un recuerdo chiquiano que no le haga llorar, ese que busca un amor sublime que no le haga sufrir, ese que cuando llega a tu lado tiene olor a tierra mojada por la lluvia, ese, ese soy yo.
Ves a aquel que en las noches de agosto cargando su guitarra sueña con ser un juglar enardecido, y corre entre pencas y hualancas cantando su loca esperanza, buscando los olores de los suplack y muchki, ese que te esperaba ansioso e impaciente en Racran y recorría anhelante en los atardeceres moribundos los alfalfares y sembríos, ese que bailaba de alegría cuando las formas de tu cuerpo dibujaban los estrechos caminos, ese que sostenía con su guitarra los surcos de la aurora , ese, ese soy yo.
No soy solamente el que te perseguía y alcanzaba entre alfalfares y frazadas, aquel que entre sueños de pasión te mojaba, sino también el que estuvo en Chiquián jadeante y garboso, el bohemio juvenil y apuesto que en alegres noches de jolgorio supo cambiarse de camisa en cada entrega, ese que gozo de interminables días y noches chocando sofocado con la furia de los vientos, ese que entre las brumas de la lluvia cantaba enceguecido y afiebrado una canción de amor, ese…. Ese soy yo.
Ese que con sus andanzas, se convirtió en un lutapurikog8 y que siempre anda anhelante de volver algún día a la casa y el lugar que lo vio nacer, ese que se miro en miles de espejos y muchos de ellos lloraron en su pecho, ese que se despertaba entre trinos de las aves y polvo de los vientos, ese que besando tus labios repetía una y mil veces, te amo, ese….ese soy yo.
Exclamo todo esto porque algún día iré allá a mi Chiquián amado para buscarte, porque eres tú a la que yo busco, porque estoy seguro que he de encontrarte, no podrás esconderte por más que lo intentes, ni en los remolinos de los ríos, ni entre el humo de la lluvia ni entre las flores silvestres de mi jalca.
Algún día cuando me veas cruzar, con los ojos rojos y afiebrados, hablando solo y desconcertado mirando desorientado, tenlo por seguro que ya estará cerca el último sorbo, ya no habrán nubes que te causen asombro ni noches estrelladas que nos maravillen solo habrá un corazón ansioso de encontrarte unos labios secos sedientos de alegría, unos ojos cansados de no verte de no encontrarte, entonces con voz muy bajita y casi sin que nadie lo escuche gritare, ese…ese soy yo.
Lutapurikog8.
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