A mis veinte años, vivía en lince, era un edificio de cuatro pisos, con una azotea amplia en cuyos extremos tenia dos mini departamentos uno de los cuales lo alquile. Además tenía un carro del año marca Toyota modelo corola, que mi señor padre me había prestado.
Cierto sábado por la tarde a bordo de mi moderno auto, voy en busca de mis amigos dirigiéndome a la avenida Abancay cuadra tres, esquina con Ucayali, sabia que por allí encontraría si no es a uno a más de ellos, a mi llegada veo que con el rostro sudoroso y preocupado se encuentra parado en la esquina mariachito, estacione el carro junto a el y le paso la voz.
-Hola hermano, ¿qué haces parado como poste?
-Justo estaba esperando un pata.
-Sube… (Abro la puerta del coche)
-¡¡¡Tú si que eres San Salvador!!! me dice gritando.
-Qué pasa compadre.
-Tengo un plan con una hembrita, es la primera vez y la verdad no tengo plata….¡¡Préstame cien soles!!
-Tengo solo veinte soles.
-¡¡Carajo!! Préstamelos no puedo perderme este pot…….
-Es todo lo que tengo hermano, para que los necesitas.
-Mira, siquiera unos veinte soles para el taxi, para el hotel treinta, después el pollo a la brasa treinta más y otros veinte para la gaseosa y los chicles, suma pues hombre.
-No tengo tanta plata hermano – respondo- pero yo tengo la solución.
-Cual, habla,¡¡habla rápido!!
-Mira voy a comprarme un letrero de taxi, te llevo a mi cuarto, haces lo que tienes que hacer, te espero y te devuelvo acá a esta misma esquina y con lo que tienes le invitas la gaseosa y los chicles.
-¡¡Listo!! Compra tu letrero, pero no te demores que te estoy esperando.
-Ya hermano chau...
Me dirigí al parque Universitario compré mi letrero y por el jirón Leticia di la vuelta en u para emprender el regreso.
-Mientras tanto, él ya se había encontrado con su enamorada y decidieron tomar un taxi….Pasaba uno, pasaba otro y otro… y la chica veía que no paraba a ninguno, ya casi molesta….
-¡¡¡Toma un taxi pues!!!
-Son muy viejos responde.
-Cualquiera es igual…¡¡¡Apurare!!! No quiero que me vean.
-Espérate amorcito que ahorita viene uno chévere.
-¡Allí esta! ese es nuevo y bonito.
-¿Ese?…….. A mí no me gusta.
-Oye quieres o no quieres, ya me estoy cansando ah.
-¡¡Claro mi amor!! Pero tú te mereces lo mejor.
-Que te pasa hoy día……creo que mejor me voy.
En ese preciso momento me aparezco y me detengo frente a ellos, sin preguntar nada se suben al carro, sigo manejando, llego hasta Acho, doy la vuelta y regreso por Abancay para dirigirme a Lince, nadie hablaba hasta que interrumpo.
-Disculpe Sr.… ¿Dónde lo llevo? A Lince no.
-SI, si a Lince.
-A que parte, por favor.
-¡¡ No le he dicho que a lince!!
Se había olvidado la dirección, sin preguntar más me dirigí al lugar que previamente acordamos. Una vez que llegamos le digo.
-Acá es no señor.
-Si,si,si….
Abren la puerta del carro, bajan y se dirigen a la puerta del edificio, no me pago el taxi y yo no le entregué las llaves, entonces fui al encuentro apresurado, ya estaban por el tercer piso y con voz seria les grito.
-Señor, señor ¡no me ha pagado!
-Escucho que la enamorada le llama la atención.
-¡¡Baja rápido y págale!! Que te pasa estás muy tonto hoy, creo que no debí salir contigo.
Lo espere en la puerta del edificio y le entregue las llaves del cuarto.
-Como vas a entrar so cojudo.
-Pucha, comprende hermano, ¡¡hoy voy a debutar con ella!!...se retira y me acuerdo que tengo que esperarlo y le grito.
-Señor ¿lo espero no?, así como hemos quedado serán dos horas.
-¡¡No,no!! Regresa en tres horas responde, como bueno.
-Esta bien señor.
Subí al carro y riéndome por su nerviosismo arranque sin rumbo, después de tres horas estuve de regreso, pero me hicieron espera media hora más y al fin bajaron.
-Llévame a la avenida Abancay allí donde me recogiste.
-Si señor.
Me dirijo a la dirección indicada y noto que la chica lo recrimina.
-¿No pudiste tomar otro taxi? No se que se cree este, ahora cuanto te cobrara.
-Tranquila mi amor que yo lo arreglo.
-Además ya me esta cayendo mal.
-¿Qué te a hecho?
--Nada, pero esta que me mira y me mira,¡¡NO ME GUSTA PUES!!
-Tranquila…….
Llegamos a Abancay y mi amigo me extiende la mano dándome las llaves, diciendo.
-Toma cien soles y gracias.
-Gracias señor respondo guiñándole el ojo.
Y al partir escucho que ella le dice colérica.
-Como le vas a dar cien soles… ¡¡¡eres un idiota!!!
Los dejo discutiendo y entre mi digo- tarea cumplida-
Los días pasan y al cabo de unos meses me llega un parte matrimonial. Asisto a la boda y lo veo a mi pata bien al frac y a ella con su traje blanco de novia, el cura los bendice, intercambian los aros y termina la ceremonia. Acudimos a la fiesta que se realiza en casa de la novia, música, champaña, bellas damas y los amigos, hasta que llega la hora de las felicitaciones, hacemos la cola cada uno le desea la felicidad eterna, ya estaba por llegar donde ellos para abrazarlos y veo que la novia le tira un jalón y con cara de asombro le pregunta.
-¿Qué hace el taxista aquí?
-Después te explico cariño.
-No, no, no, ¡¡ahora mismo!! Dímelo ahorita.
-Amor por favor… no es el momento.
Lo abrazo a mi amigo deseándole toda la dicha del mundo, me toca abrazar a la novia, la miro y en silencio le deseo felicidades, ella rompe el silencio y.
-¿Quién eres?
- Un amigo de tu ahora esposo.
Termino la cola de los abrazos y comenzó la música y los tragos que duraron hasta la madrugada.
Ahora son mis compadres pues soy padrino de uno de sus hijos,¡¡¡que siga la dicha!!!
ALFREDO
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